El Alzheimer en perros

A medida que pasan los años, muchos cuidadores observan cómo sus perros van experimentando cambios en el comportamiento. Este conjunto de alteraciones conductuales recibe el nombre

de Alzheimer canino. Pese a que no hay un tratamiento curativo, llevar a cabo una serie de protocolo terapéuticos adecuados pueden mejorar la calidad de vida de estos animales.

Causas

Los perros que padecen Alzheimer canino producen un depósito de una proteína llamada beta-amiloide que forma unas placas en el parénquima cerebral.

Pese a que no se conoce cómo influye exactamente la formación de estas placas amiloides en el cerebro, se sabe que esta proteína tiene un efecto neurotóxico, produciendo así alteración de la

función neuronal, degeneración de las sinapsis, depleción de neurotransmisores y muerte neuronal.

 

Síntomas

- Pérdida de memoria y retraso en el aprendizaje: es normal que olviden pautas u órdenes que ya conocían, o que sean incapaces de aprender otras nuevas. Algunos perros presentan problemas de eliminación (se orinan o defecan en casa). En casos avanzados, también puede ocurrir que dejen de reconocer a sus cuidadores o personas de su entorno.

- Alteración del comportamiento social. Algunos perros se vuelven más ariscos, saludan con menos énfasis a sus cuidadores, se relacionan con dificultad con otros perros o son más agresivos.

- Alteración del sueño. Es frecuente que cambien las horas de sueño, de manera que duerman por el día y se mantengan despiertos por la noche.

- Desorientación, se pierden en lugares hasta entonces conocidos y son incapaces de esquivar algunos obstáculos.

- Disminución de la actividad física pues pasan la mayor parte del tiempo descansando o durmiendo.

- Ansiedad o irritabilidad. En algunos casos los pacientes muestran mayor inquietud, de manera que descansan menos y pueden mostrar signos de ansiedad cuando se quedan solos.

 

Como ralentizar el proceso degenerativo

  1. Mantener una rutina en torno a todas las actividades que involucren al perro.
  2. Llevar a cabo juegos que estimulen las vías auditiva, táctil, oral y olfatoria, así como con paseos cortos.
  1. Facilitar la orientación. Para los perros con problemas de orientación puede ser de gran ayuda poner velas aromáticas con olores distintos en cada habitación, ya que les será más fácil recordar cada estancia.
  1. No castigar o reñir a los animales por conductas inadecuadas si la enfermedad está diagnosticada.
  2. Tratarles con paciencia y compresión.