Los perros, como animales de la misma especie, utilizan sistemas de comunicación similares. Sin embargo, la variedad de razas y morfologías también conlleva diferencias a la hora de comunicarse. La diferencia de tamaño, la forma de las orejas o la ausencia de rabo son ejemplos de diferencias morfológicas relevantes a la hora de comunicar. Además, hay razas que interaccionan más, otras que se muestran más independientes o más insistentes.

¿Cómo se comunica un perro?

Para mantener una buena relación con nuestros perros debemos conocer cuáles son sus peticiones y estados de ánimo mediante la interpretación de sus señales. Algunas claves para traducir y conocer el significado de la comunicación corporal de los perros son:

• Hambre - Recurren a la demanda de atención mediante el ladrido, el lloro, tocarte con la pata o apoyar la cabeza en tu regazo, son formas comunes de reclamar atención. Se trata de una conducta que se refuerza a sí misma por lo que se debe tener cuidado o acabará constantemente pidiendo comida. Lo preferible es no esperar a que el animal nos lo pida y hacer una buena administración de la ración diaria de alimento.
• Enfado o defensa - Estamos hablando del miedo agresivo que consiste en ladrar e intentar morder al sujeto que les amenaza, aunque su objetivo es que se marche. Se trata de una conducta que en ocasiones muestran cuando la opción de huir no es factible. No obstante, la conducta será totalmente diferente dependiendo del perro. Los habrá que se inhiban y se hagan pequeñitos mientras otros pueden mostrar agresividad.
• Estrés - Generalmente asociamos los ladridos con la alegría o la demanda de atención, pero no siempre es así. El ladrido es una forma de comunicación básica para los perros y diferenciamos algunos tipos para distintos estados de ánimo, como la agresividad o el miedo. Hay que identificarlos según el contexto en el que se encuentre el perro en ese momento.
• Necesidad de caricias -  Interpretar el movimiento de la cola, la posición de las orejas, si se lame el hocico, si al poco rato se levanta y se marcha o si simplemente no reacciona o muestra indiferencia. No sólo es importante saber cuándo el perro las pide sino también cuándo las tolera. Cuando viene a buscarnos y nos ofrece el lomo o la ingle mientras mueve el rabo podemos interpretar que busca la caricia. Pero a veces vamos nosotros a acariciar a nuestro perro cuando está descansando o haciendo otra actividad y no nos damos cuenta si en ese momento no le agradan las caricias, pero, aun así, las tolera.
• Miedo- El miedo defensivo se identifica porque se agachan, ponen la cola entre las patas, orejas hacia atrás, lamido del hocico y en ocasiones se ponen boca arriba en señal de sumisión. Se trata de un comportamiento que busca apaciguar al sujeto que les amenaza.

La clave para tener un vínculo fuerte y una buena relación con nuestro perro es estimular la comunicación con él. Esto generará más interacciones y como consecuencia más comunicación entre ambos. Desde La Gallega Clínica Veterinaria te aconsejamos que aprendas a entenderlos para así conseguir mantener el hábito comunicacional y que éste pueda ir evolucionando positivamente a lo largo del tiempo. Si nuestro perro nos envía señales y no recibe la respuesta esperada, es posible que con el tiempo deje de hacerlo.